¿Cuándo es el instante que comenzamos a odiar esa canción?
Escrito por Kike el 12/09/2019
Y es que por mucho que ames tu magia canción, puede ocurrir que le cojas manía si te pasas de escucharla.
Y por muchos «artificios que nos pusieron para escuchar esa reiterativa canción», acaba, como acaba, en la papelera del olvido.
Cualquiera puede empatizar con lo que nos dice el youtuber de turno por Twitter, tu actor favorito en una peli/serie. Pero, diganme ¿A quién no ha le pasado acabar detestando su canción favorita de tanto escucharla?
Nos cuenta este tema, la Dra. Amaya Terrón, psicóloga, revela ese proceso en nuestro cerebro: Simplemente es la saturación de un estímulo lo acaba inhabilitando. «La definición psicológica a que una tema/situación que nos gusta nos acabe aburriendo está en esa habituación. Si sobreestimulas esos centros de placer, esa excitación constante al final termina saturado y se termina el placer». Pasa con todo en la vida, una canción, una persona, una relación, una comida, un lugar, ropa, un trabajo, cualquier proceso que te provoque un placer “X”, se termina si lo sobreexcitas constantemente, o necesitas una dosis mayor para sentir lo mismo, o simplemente se acaba diluyendo en la “monotonía”, y además surge lo contrario, acabas detestando lo que tanto te agrada, para eso, hay que dosificar lo que tanto nos agrada, para que dure más, hay que medirse, vamos!!.
Materia para psicológicos
Así la psicóloga Terrón nos hace el típico símil, con acabar odiando una canción, por demasiado que nos apasione tal tema, así con la misma comida: «Puedes amar el chocolate, pero si comienzas a comerlo todo el tiempo, o te empachas, acabarás odiando ese chocolate. Te dejará de estimular y ya no creará los procesos neuronales que desencadenaban el placer».
En el área de la psicología y psiquiatría, el proceso llamado “habituación” se usa sobre todo para superar fobias y miedos. «Marcha con estímulos buenos y malos. La terapia consiste en exponer gradualmente al paciente a elementos o situaciones que le den miedo con el fin de terminar superando ese mal trance. Esto –en definitiva- fundamenta acabar acostumbrarse a un concepto». Ese instante en el que nos cansamos (o acostumbramos) depende de cada persona, de sus gustos, de la saturación o simplicidad/complejidad de la canción.
Cuanto más complejo sea un tema, mejor
Así nos lo cuenta el diario inglés The Independent en un artículo a este mismo fenómeno en mayo. “La ciencia detrás de la muerte de una canción”, después de oírla reiteradamente explica que «los neurólogos afirman que nuestro cerebro cruza dos capítulos al escuchar una canción que nos enloquece: el núcleo caudado del cerebro se anticipa a nuestra parte preferida de esa canción, pero el núcleo accumbens se proyecta por el subidón, provocando una masiva liberación de tus endorfinas».
Es decir: una parte de tu cerebro anticipa ese instante musical que más nos agrada y así se liberan esas endorfinas que hacen que la cancion nos vuelva locos. «Pero que cuanto más conocemos una canción, menos se enciende nuestro cerebro al anticipar ese momento», pero si esa canción tiene sus complejidades, se van descubriendo detalles, que alargan la duración que nos guste más tiempo la cancion, nos relata el artículo de The Independent, donde nos cuenta el experto en psicología musical Michael Bonshor, doctor de la Universidad de Sheffield (Reino Unido). Igual que la Doctora Terrón, Bonshor considera que «una canción se nos puede hacer aburrida detestable por esa misma sobreexposición. Distintos experimentos han demostrado que apreciamos menos un tema cuanto menos nuevo nos resulta». Por supuesto esto varia notablemente con gente acostumbrada a escuchar música variada constantemente, los llamados “melómanos”, los cuales necesitan escuchar música constantemente, y cuanto más variada, más distintos matices tenga, mejor!
Igual sirve para hacer que una cancion se vuelva un gran “Hit”
En las promociones musicales, para que un tema triunfe, por supuesto tienen que ocurrir varios ingredientes, la simplicidad de sus letras (estamos hablando para un público no melómano, obviamente), que esa cancion provoque desinhibición, y –no necesariamente- tenga detrás un nombre “clave”, famoso por sus éxitos continuos (con ello el éxito es más fácil de lograrse), como un “midas musical”, a veces ocurre lo contrario, un artista que está comenzando, pero tiene cierto carisma visual, poses agradables engancha, pero ante todo condición “sine qua non”, que esa cancion se repita constantemente en los medios, si no, obviamente nunca triunfara. La cancion puede tener un éxito fulgurante, llegar a todos los rincones, pero si esta se satura, pues acabaremos detestándola, ira ocurriendo gradualmente, dependerá de la reiteración, y lo exigente que sea uno con la música, o no nos entra nunca, o lo detestamos rápido, una especie de “vacuna”, “anticuerpos” que da tener cierto nivel de exigencia musical, o “gustos refinados”, sin querer sonar pretencioso.
Así como reseñamos, ese otro elemento clave, la complejidad de una composición. Cuanto menos común sea la estructura de una canción, más posibilidades hay de que el estímulo se siga despertando con el paso del tiempo, si una cancion es simple, reiterativa en estrofas entrara fácil a un público que no es exigente con la música, todo lo contrario sucede si el oyente tiene cierto nivel de exigencia musical, porque tiene un “oído entrenado”, no con cualquier cancion le puedes provocar ese “momento mágico”. El psicólogo británico Bonshor nos pone de referencia el “Bohemian Rhapsody” de los Queen, hoy en dia ya es un icono popular, no tiene estribillo, y además tiene seis secciones muy particulares, es decir, se puede afirmar que es una canción original y compleja. «La música son un conjunto de sonidos ordenados, pero esa organización tiene que incluir algún elemento de lo imprevisto, porque si no resulta emotivamente plana y robótica, simple», reseña Daniel J. Levitin en la publicación “Tu cerebro y música”.
Otras maneras de acabar odiando esa canción
¿Quién no recuerda esa canción que podría estar sonando el instante del primer beso con tu ex? Efectivamente, acabastes detestándola porque ya el/ella te trae malos recuerdos, te rompió tu corazón. Y admás te fastidia doblemente porque ese tema –para ti- es muy buena (recomendación: no te enamores escuchando a tu artista favorito, y no te tatúes el nombre de tu pareja, si no quieres parecerte a Johnny Depp).
«Esta situación se denomina condicionamiento», nos reseña el Dr. Terrón. «Cada vez qye escuchamos esa cancion, nos acordamos de esa persona. Puede ocurrir con cualquier asunto, un lugar, una fecha, prenda, comida, o –eso- una canción. Cuando estabas con tu pareja, el estímulo es reforzado en manera efectiva porque tu “media naranja” nos está provocando emociones positivas. Pero al contrario, si nuestros sentimientos con esa persona cambia, lo hará por “simpatía” ese “feeling” que nos provoca el estímulo, es decir, tu canción».
El Dr. Levitin va más allá, la misma música «nos activa algunas de las mismas regiones del cerebro que utilizan nuestro lenguaje, pero –además- es con la música que se aprovecha más todavía las partes del cerebro primitivo que excitan la motivación, la recompensa, la emoción y otras sensaciones»
Poner de melodía tu cancion, gran error
He puesto una cancion que me encantaba como alarma del despertador y he acabado detestandola. No cometais el mismo error que yo. Un saludo.37,5 mil21:11 – 4 nov. 2017Información y privacidad de Twitter Ads8.170 personas están hablando de esto
Es el caso de ElRubius, que puso su canción favorita de despertador, ahí coinciden la saturación y ese condicionamiento. Que deje de gustarte un tema que suena todas las mañanas, en las cuales te cuesta levantarte y te acabe pareciendo una tortura es lo más lógico que ocurrirá. Esa relación mágica/positiva que ElRubius tendría con esa canción se tergiverso en ese instante que la convirtió en un supuesto “estímulo” que le debería sacar de la cama. Lo mismo ocurre si tienes un movil que te llamen constantemente, y que el «tono ring» o «ring tone» sea tu cancion favorita, imaginar la situacion, te llama alguien que te cae mal o te da malas noticias y suena, si, …tu cancion favorita, como que no, verdad? Pues así unas cuantas situaciones en las que puedes «matar» tu cancion en poco tiempo.